Intolerancia a la lactosa en las personas celíacas. ¿Tienen relación?

Muchos de los celíacos cuando son recién diagnosticados de celiaquía presentan niveles bajos de lactasa y además pueden ser calificados como intolerantes a la lactosa. En algunos casos con la mejora de las vellosidades, la intolerancia a la lactosa se corrige o puede ser muy leve. Hoy aprenderemos un poco más sobre estos dos trastornos o intolerancias. ¡Echa un vistazo!

¿Qué es la lactosa?

La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. El cuerpo necesita una enzima llamada lactasa para digerir la lactosa.

La intolerancia a la lactosa se presenta cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de esta enzima. Las personas que tienen intolerancia a la lactosa no pueden digerir el azúcar (lactosa) que contiene la leche. 

A raíz de esto, tienen diarrea, gases e hinchazón después de ingerir productos lácteos. Esta afección, que también se llama absorción insuficiente de la lactosa, no suele causar grandes problemas, pero los síntomas pueden ser molestos.

¿Qué es realmente la intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa es muy frecuente en los adultos. Muy pocas veces es peligrosa. Aproximadamente 30 millones de adultos estadounidenses tienen algún grado de intolerancia a la lactosa a la edad de 20 años.  

Una enfermedad que comprometa o lesione su intestino delgado puede provocar que se produzca menos cantidad de la enzima lactasa. El tratamiento de estas enfermedades puede mejorar los síntomas de la intolerancia a la lactosa. Esto puede incluir:

  • Cirugía del intestino delgado
  • Infecciones en el intestino delgado (esto se ve con mayor frecuencia en niños)
  • Enfermedades que le causan daño al intestino delgado como la celiaquía o la enfermedad de Crohn.
  • Cualquier enfermedad que cause diarrea.

Los bebés pueden nacer con un defecto genético y por eso no pueden producir la enzima lactasa.

Diferencia entre intolerancia al gluten y celiaquía.

Como ya sabréis de memoria, Panceliacos, la intolerancia al gluten o celiaquía también denominada enteropatía sensible al gluten, es una enfermedad intestinal crónica relativamente común que provoca malabsorción debido a la alteración de la mucosa del duodeno proximal.

La intolerancia al gluten con frecuencia se confunde con la enfermedad celíaca, pero son afecciones distintas. La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune grave, y puede dañar el sistema digestivo de una persona.

Contrario a la enfermedad celíaca, sin embargo, no está claro por qué se presentan los síntomas de la intolerancia al gluten, pero no parecen involucrar al sistema inmunitario o dañar el tracto gastrointestinal o GI.

Algunas veces, las personas también confunden la intolerancia al gluten con la alergia al trigo.

¿Qué relación existe entre el gluten y la lactosa?

 

Sabemos que en enfermedad celíaca el consumo de gluten produce atrofia y aplanamiento de las vellosidades intestinales que son las responsables de generar lactasa. Los pacientes celíacos que no cumplen con la dieta libre de gluten (DLG) tienen dañadas las vellosidades intestinales, por lo que la cantidad de lactasa es deficitaria. Por esa razón tienen altas probabilidades de presentar intolerancia a la lactosa, que generalmente es transitoria.

 Así mismo los celíacos también pueden presentar intolerancia a la lactosa de origen genético, independientemente de si cumplen o no con la DLG.

 

¿Qué dieta debe llevar un intolerante a la lactosa y al gluten?

Los celíacos que presentan intolerancia a la lactosa, además de llevar una DLG en forma estricta, deberán eliminar también la lactosa de su dieta.¿Dónde está presente la lactosa?

Está presente en los productos lácteos como la leche de origen animal, los yogures, los quesos y las preparaciones que las contengan, como una salsa blanca, postres con leche, cremas, flanes, helados cremosos, arroz con leche.

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