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Salmorejo cordobés sin gluten: la receta más deliciosa del verano.
El tradicional y típico salmorejo cordobés se ha convertido en un clásico indispensable en la oferta gastronómica española. Turistas, nativos, no hay quien se resista a esta densa sopa fría acompañada de una guarnición de jamón, huevo duro o verduras troceadas. Con la llegada del calor, el salmorejo toma protagonismo en todas nuestras comidas.
Hoy vamos a aprender a preparar un rico salmorejo sin gluten para celíacos. Panceliac os trae esta deliciosa receta paso a paso con algunos trucos para que el resultado salga perfecto.
Trucos para elaborar el auténtico salmorejo cordobés.
Para describir este plato folklórico solemos referirnos a él como una sopa fría o una sopa densa de tomate. Sin embargo, el salmorejo se elabora de forma diferente al gazpacho, a la la porra antequera o al ajoblanco malagueño, al que se asemeja mucho.
No hay nada más rico que una buena comida familiar y de amigos acompañada de un salmorejo de calidad y casero. Para ello tienes que tener en cuenta algunos trucos para garantizar que tu salmorejo salga bien sabroso.
- Tomates de pera para un salmorejo de nota: vamos a realizar un plato fundamentalmente elaborado con tomate. Recomendamos que estos sean de huerta, de temporada y carnosos. Los tomates pera son perfectos ya que al tener la piel tan fina entra más sol y le da más sabor al tomate además los puedes encontrar fácilmente en los supermercados. .
- El pan: la calidad del pan es fundamental para aportar textura y espesa la receta hasta convertirla en crema. Para esta receta utilizaremos la barrita sin gluten Panceliac, sin lactosa, sin protein de la leche y sin huevo. Podemos sustituir el pan por cualquier otra harina Panceliac sin gluten que actue como espesante.
- El aceite, siempre de Oliva Virgen Extra: es imprescindible que se utilice un aceite de oliva virgen muy suave y de alta calidad, sin duda el protagonista en darle sabor a nuestro salmorejo.
- El ajo: amantes del ajo, mejor menos que más. El ajo le da el toque especial a nuestra receta pero un uso excesivo de él mata el sabor del salmorejo. No podemos tapar el sabor del tomate ni del aceite. Por ello recomendamos quitarle la cabeza a los ajos e ir añadiendo de medio en medio.
- Hacer el salmorejo el día anterior: uno de los trucos del salmorejo es que se empape todo bien la noche anterior, unas 8 horas antes de consumirlo para que se integren bien todos los sabores.
¿Qué ingredientes necesitamos?
Ingredientes | Cantidad |
---|---|
Tomates pera | 1 kilo |
Ajo | Medio diente |
Barrita sin gluten Panceliac | 200 gramos |
Agua | un chorrito |
Aceite de Oliva Virgen Extra suave | 160 ml |
Sal | Al gusto |
Huevo duro | Al gusto |
Jamón | Al gusto |
Paso a paso para preparar tu salmorejo sin gluten.
- En primer lugar lavamos todos nuestros ingredientes. Lavamos y secamos bien los tomates. Cortamos en octavos y espolvoreamos con media cucharadita de sal. Removemos bien.
- Colocamos los tomates troceados sobre un colador amplio y este sobre un cuenco. Dejamos escurrir durante 10-15 minutos o hasta que pierda el agua que contiene. Presionamos de vez en cuando para ayudar a que suelten sus jugos (que podemos guardar para otra elaboración), al tiempo que removemos.
- Introducimos en el vaso de una batidora o robot junto con el diente de ajo pelado (si nos gusta suave podemos usar medio), una cucharadita de vinagre (en caso de usarlo) y medio huevo cocido. Reservamos la otra mitad para el momento de servir.
- Trituramos hasta integrar todos los ingredientes. Añadimos el aceite de oliva virgen extra, dejando que caiga en hilo poco a poco, y trituramos al mismo tiempo a máxima potencia durante tres o cuatro minutos, para emulsionar el salmorejo.
- Probamos el punto y lo corregimos al gusto. Si añadimos más ajo necesitaremos triturar de nuevo a máxima potencia. Si solo hemos añadido sal y/o vinagre, basta con mezclar. Dejamos que tome cuerpo en la nevera durante dos horas y servimos con la otra mitad de huevo cocido picado.
Con qué acompañar el salmorejo.
Servimos el salmorejo sin pan bien frío, recién sacado de la nevera. Notaremos cómo ha espesado con el reposo, así que lo vertemos en cuencos y lo comemos con cuchara. Picamos un poco de huevo duro con que acompañar, así como un poco de jamón.
Intolerantes, celíacos y no celíacos. ¿A qué estáis esperando para disfrutar del mejor salmorejo de vuestras vidas?